jueves, 3 de marzo de 2011

Música comercial

Muchas veces cuando hablamos de música o escuchamos hablar de este tema, la calificamos de distintas formas: comercial, underground, alternativa, grunge, etc. Mucha gente cree que comercial es toda la música que se haga con un fin monetario, esto es, compuesta con la idea de cobrar por ello, aunque el significado acostumbra a ir más allá. Lo más común es que nos refiramos a canciones que ''entran fácil''. Suelen ser canciones con estructuras sencillas (estrofa-estribillo-estrofa-puente-estribillo), donde dominan los acordes y las escalas mayores (más alegres y comunes).


La música comercial es esa construída en laboratorios del sonido, aquella donde participan los productores de moda, toman un talento, lo llevan al estudio y lo moldean según cual sea la tendencia que marca el mercando en ese instante. Cuando hablamos de música comercial ésta no depende exclusivamente del género pop, en los demás estilos musicales también ocurre esta mecanización del arte, podemos encontrar música comercial muy superficial en el rock (My Chemical Romance es un gran ejemplo), en el rap (Eminem) y hasta en el metal (Discos de Metallica como el Load o Reaload), nadie se salva de esta banalización y lo más triste es que cada día crece esta tendencia.

¿Pero a todo esto podríamos decir que toda la música comercial es mala?, por supuesto que no, hay artistas que tienen el control del proceso creativo de sus discos y logran mantener un equilibrio entre los que es comercialismo y calidad de producto, gente como por ejemplo Phil Collins y Elthon John pueden crear trabajos inmensamente comerciales, mas la carga de calidad implícita en esos productos es inmensa.



El gran problema viene cuando el artista vende su alma al diablo y deja todo el proceso creativo en manos de un productor, un escritor y un arreglista, personas que obviamente poseen una visión distinta a la del músico, centrados única y exclusivamente en cuantos singles tendrá el disco, que tan pegajoso es el coro y que otro artista con éxito ha hecho algo parecido.


Distinto es conseguir un buen productor para que actúe como catalizador creativo y tercer oído en el proceso de grabación de un álbum, su tarea es muy distinta a los productores de la música comercial, pues a este le toca entender, manejar, asesorar y delimitar que es lo que quiere el músico con el trabajo que ha compuesto, esta relación la vemos con claridad en Metallica, en la época que el productor de los discos era Flemmnig Rasmussen la banda sacó al mercado trabajos que definieron el sonido de la banda de forma definitiva, duros, potentes, Master of Puppets, And Justice for all, la banda tenia el control del trabajo musical mientras Rasmusssen les afinaba los aspectos técnicos, muy distinto a la labor de la banda con Bob Rock, que venía de convirtirse prácticamente en el quinto miembro de la agrupación.


La música comercial tiene una vida corta y en la mayoría de los casos no llega a trascender históricamente, es el caso de Cindy Lauper o Flans, artistas que vendieron mucho en una época pero que hoy están olvidados en el mundo de la música.


En cambio cuando la música está hecha con el alma la longevidad es casi una garantía, grandes artistas se mantienen en escena después de mas de veinte años de carrera solo por ser honestos, ver mas allá de los millones de discos que pueden vender y dedicarse a lo suyo, la creación, de todas maneras, no solo la música comercial puede vender millones de discos, cientos de artistas no comerciales han hecho millones con su música, Nirvana, Guns and Roses, Pantera, Slayer, Iron Maiden, Kiss, Massive Attack, Prodigy, John Mayall son sólo unos pocos nombres en el universo de los músicos que han sido fieles a sus creencias y raíces habiendo hecho de música una marca registrada muy productiva monetariamente hablando.



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